No dejé pasar el tren sin subirme en él...

A lo largo de la vida, si algo bueno me ha enseñado,
es que no has de esperar nada de nadie,
cada uno aporta en las relaciones, tanto amistosas como afectivas
lo que uno puede o quiere...
Cuando te has llevado muchas decepciones seguidas, te haces fuerte,
e intentas ignorar lo que no es conveniente para uno mismo,
lo que hace que te hiera,
yo a esto le llamo selección...
Siempre me han enseñado desde muy pequeña,
que hay que dar sin esperar recibir nada a cambio,
que lo que uno da es porque sale del corazón,
y es cierto,
pero siempre hay personas las cuales se aprovechan de la ocasión,
que si estás hundida, no te apoyan, que si pueden hundirte más, lo harán...
a veces, quien crees que nunca podría herir tus sentimiento, ahí está,
el primero en la lista infinita de Decepciones...
Llegados a este punto, un buen día decidí hacer dicha selección,
se trata en decantar de un lado hacia otro lo bueno y lo malo,
las alegrías o las tristezas que te pueda ocasionar con muchos de los momentos que pasas a su lado...
Partiendo de la base que nadie es imprescindible, que por muy duro que se te pueda hacer en la vida, siempre puedes acabar saliendo, de hecho la mayoría de las veces,
lo haces tu sola sin ayuda de nadie...
Cuando te das cuenta que la que has causado decepción eres tú, el sentimiento es peor,
que sabes que has fallado a alguien al que quieres mucho, que no se mereció que le hicieses eso, y que aún así, sigue a tu lado como si del primer día se tratase,
es de admirar, personas así no se encuentran nunca, probablemente no me lo perdone a mi misma y más siendo hoy la persona a la que mas quiero en este mundo...
Decidí montarme en el tren ya que dudo mucho que pasase tres veces por la estación de mi vida, ahora sé, que puedo viajar hasta el fin del mundo con el billete que me ha otorgado esa persona que espero que sea para lo largo de toda mi vida...