Un cuento de hadas...

Que ha sido del cuento que de pequeña
siempre nos contaron los mayores,
que ha sido del mundo ficticio que nos inventábamos,
amenazaba ser perfecto.
Ni una sola preocupación,
un mundo esperanzado,
con un gran arco iris de brillantes colores,
se veía de lejos, podía contemplarlo cada día...
junto a él mis seres queridos,
mis amigos, que realmente es cuando los tienes,
cundo tan sólo eres una niña.
Cuando llegas a la adolescencia,
tu gran perocupación, es la que tienes durante muchos años,
que no te vaya a estropear ese día de verano en la playa,
empiezas a salir, a conocer mundos paralelos
que siempre habían estado ahí,
aunque sean ignorados.
Los 16, Buf!! Complicado explicar,
te revelas con el mundo,
pero tienes que empezar a colaborar
para que de ahí, empieces bien el camino...
Pero lo mejor de todo es cuando cumples la mayoria de edad,
lo mejor, aunque no nos decían en dicho cuento
lo que teníamos que pasar para llegar a ellos...
Ya no se puede mirar atrás,
lo que as dejado por hacer, simplemente, no sucederá jamás.
Una vez superada esta etapa,
te encaminas hacia un nuevo destino,
nuevos sueños, nuevos retos...
Hasta aquí puedo leer,
Bienvenidos a la realidad.